Mayo 03

Tomado de: eltiempo.com

Joven asesino de 35 personas no podría resocializarse, según expertos

 

Estudiosos en criminología sostienen que alias 'Pescadito' es un 'asesino por vocación'.

La historia de Andrés Leonardo Achipiz, alias ‘Pescadito’, quien aceptó ser el autor de por lo menos 35 homicidios en Bogotá, causó conmoción, no solo por la frialdad de la confesión, sino por el sendero criminal que el muchacho empezó a recorrer desde temprana edad. (Lea aquí la historia de alias 'Pescadito').

Para Rodrigo Córdoba, presidente de la Asociación de Psiquiatras de América Latina, ‘Pescadito’ sufre un trastorno de personalidad psicopático, es decir que es propenso a burlar las normas y a agredir a los demás. (Vea fotos de la captura de alias 'Pescadito'). 

“Por fortuna, este tipo de casos no se da de manera frecuente, aunque no hay tasas para hacer mediciones. Estas personas, sin sentimientos de culpa, no tienen consideraciones por los demás y muestran los rasgos violentos desde que son muy pequeños”, sostiene Córdoba y agrega que hay varios hipótesis que pueden explicar un comportamiento como el de Achipiz: maltrato infantil, ausencia de un grupo familiar y vacíos afectivos.

El experto señala que los tratamientos médicos y psicológicos son insuficientes y que por eso las autoridades deben adoptar medidas de control social, como la cárcel. Esta opinión la comparte Belisario Valbuena, perfilador criminal de la Universidad Manuela Beltrán, que justamente está analizando la personalidad de ‘Pescadito’, al que compara en sus inicios, guardando las proporciones, con el asesino estadounidense Richard Kuklinski, fallecido en el 2006 y quien aceptó haber matado a unas 200 personas por encargo, especialmente en Nueva York.

Un personaje como ‘Pescadito’ se ufana de sus crímenes. Ellos comienzan a manifestar estas conductas desde que son pequeños maltratando animales, iniciando incendios y luego de varios años se convierten en homicidas. Valbuena señala que hay casos en los que genéticamente hay una predisposición a los comportamientos violentos, equivalente al 10 por ciento de la personalidad, pero que esta se desarrolla con condiciones sociales y afectivas de carácter negativo. “Este tipo de personas muestra arrepentimiento, pero solo para obtener beneficios. Son asesinos por vocación. Convierten las cárceles en escuelas del crimen y si llegan a salir algún día perfeccionan su manera de cometer los delitos. No se conocen casos de personas que se hayan recuperado”, dice el perfilador.

Finalmente, el director del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (Cerac), Jorge Restrepo, piensa que ‘Pescadito’ demuestra que el grado de profesionalización del crimen organizado en Bogotá ha aumentado y que aún existen problemas para identificar a esta clase de asesinos a tiempo, pues la impunidad de sus asesinatos perduró varios años. 

 

REDACCIÓN BOGOTÁ